Un arroyo divide en dos mitades aproximadamente iguales la finca de las afueras de Vammala donde un matrimonio deseaba construir su casa. Como la pareja propietaria —una profesora de idiomas y un experto en biología marina— consideraban cualquiera de las dos orillas del cauce un lugar apropiado para la ubicación de la vivienda, el arquitecto decidió tender un puente entre ambas riberas y posar sobre él un pabellón que dominara a la vez el río y el bosque. El recuerdo de un puente romano situado en España introdujo una raíz ibérica en la denominación de esta casa —Puente Soivio—tan genuinamente finlandesa.

La casa es así un espacio continuo que más que un puente romano recuerda otros ejemplos europeos de pasos cubiertos, como el de Lucerna o el que Palladio realizó en Bassano. Bajo su cubierta continua se sitúan sin apenas mediación el salón, el comedor-cocina, el dormitorio principal, el complejo de baño y sauna y, finalmente, una habitación de invitados en el extremo más privado de la casa. El corazón caliente de la vivienda —la sauna— coincide aproximadamente con el centro de la poza en que se ensancha el río, de manera que tras el baño de vapor es posible zambullirse en el agua con tan sólo saltar desde la terraza. Por deseo expreso del marido, que por su profesión ha estudiado la vida de los peces en el Báltico, el riachuelo se repobló con salmón, convirtiendo la casa en una suerte de malecón para pescar. Al contar todas las estancias con ventanas a ambas fachadas, al interior uno tiene la sensación de encontrarse en un barco, con los reflejos del agua proyectándose en el techo.

La frondosa vegetación de la finca hizo posible la tala de algunos de los árboles existentes para emplearlos en la construcción de la casa. Tras ser cortados posteriormente a las escuadrías necesarias, fueron empleados para realizar las vigas y el trasdosado del suelo y las paredes. En cambio, la estructura portante del techo —un fragmento de cilindro de curvatura tendida— se llevó a cabo con elementos de madera laminada. Tan solo la cimentación —a base de cilindros de hormigón que emergen del agua— y la cubierta —realizada con paneles de chapa ondulada— proceden de otros centros de producción y se introducen como cuerpos extraños entre los materiales del lugar. Una mezcla de aceite de linaza y alquitrán impregna todos los elementos de la construcción para protegerlos de los insectos y de las duras condiciones climatológicas que reinan durante el largo invierno finlandés; condiciones bien distintas del cálido clima mediterráneo que el nombre de la villa intenta evocar...[+]