El proyecto de Heike Hanada en colaboración con Benedict Tonon fue elegido como ganador del concurso para el nuevo museo Bauhaus en Weimar gracias a, según el jurado, la calidad constructiva de la fachada formada por cintas de vidrio que rodean todo el edificio y crean un ritmo horizontal irregular al intercalarse con finos perfiles afilados de metal oscuro. Ésta se alza sobre un plinto de piedra que compacta toda la intervención, compacidad que se aprovecha para optimizar el uso de recursos energéticos al incorporar a su vez una bomba geotérmica y colectores solares. Una vez dentro, todas las circulaciones se articulan desde un hall de entrada en el que el suelo y las paredes comparten la misma piedra utilizada en el plinto, confundiendo así exterior e interior...[+]