La nueva sede del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) abrió sus puertas el 22 de septiembre en el municipio argentino de Belén de Escobar, a 45 kilómetros de la capital del país. Después de intervenir juntos en las áreas públicas de la institución bonaerense, que cumple ahora 23 años, la firma española estudioHerreros vuelve a colaborar con la oficina local Torrado Arquitectos en la construcción del nuevo museo para poder mostrar la creciente colección de arte del MALBA. El complejo museístico de Escobar parte del concepto de habitar un espacio ambiguo, una construcción porosa, transparente y flexible, sin límites ni jerarquías.

El proyecto superpone tres modelos expositivos: un bosque de alisos cuyos claros actúan como salas expositivas; un circuito de esculturas al aire libre; y un conjunto de tres pabellones intercalados con plazas que, bajo una misma cubierta, conforman el corazón del proyecto.

Esta amplia cubierta protege los tres pabellones que contienen entre otros espacios: una galería de exposiciones y una tienda; un depósito de obras de arte visitable, una sala polivalente y una cafetería; y un volumen vidriado que aloja una instalación escultórica permanente del artista tucumano Gabriel Chaile. Los pabellones son prismas que presentan estructuras perimetrales repetitivas de soportes de acero y paneles de cemento.

Atravesada por tres árboles de gran tamaño, esta misma cubierta perforada y formada por una retícula de vigas de acero permite el acceso de luz a tres plazas que, a modo de museo abierto, da cobijo a diferentes eventos, actividades educativas y exposiciones.

La secuencia del eje lago-museo-bosque se completa con la incorporación de parterres vegetales que controlan la humedad, aljibes para reutilizar las aguas pluviales y paneles solares fotovoltaicos. 

Foto: Estudio Bulla