Sobre un pequeño pabellón existente situado en la azotea de un edificio de Madrid emerge esta estructura, soporte de paneles solares que generan energía eléctrica para el autoconsumo de una oficina, además de un espacio de descanso al aire libre para los empleados. Adicionalmente se reduce el recalentamiento de la cubierta.

La estructura está formada por cuatro cerchas de 9 m de longitud, que están apoyadas únicamente en el centro, volando 4,5 m a cada lado. En el lado sobre el edificio existente está anclada para evitar el balanceo, y en el extremo opuesto cuelgan unas macetas que suponen un contrapeso contra la succión del viento. El conjunto reversible está realizado con perfilería ligera (de trasdosados de cartón–yeso), atornillada in situ.