A poco más de treinta kilómetros de la ciudad de Hanói, sobre un solar con una leve pendiente junto al lago del campus tecnológico de Hoa Lac, y a escasos metros del centro de formación de sus ingenieros, Viettel ha erigido un centro de trabajo para sus altos directivos. El proyecto parte de la necesidad de crear una atmósfera de tranquilidad y sosiego, alejada del ruido y agitación característicos de las grandes ciudades vietnamitas, en la que los dirigentes de la operadora puedan reunirse, debatir y tomar decisiones sobre el futuro de la compañía.

El carácter simbólico del programa se traduce en una volumetría de acusado perfil escultórico, definido por seis pantallas —construidas con hormigón armado in situ— en forma de V y altura variable que cumplen una función doble: primero, dotan al conjunto de la imagen icónica y representativa demandada por el cliente; y segundo, los paramentos opacos protegen el interior de la radiación solar del levante y poniente tropicales. Por su parte, el programa consta de un espacio de recepción, un comedor y cuatro estudios, que se distribuyen entre los seis espacios de geometría triangular resultantes, conectados mediante un corredor exterior, que se abren en su cara el norte hacia el paisaje.