En una playa privada del archipiélago de Cát Bà —uno de los destinos turísticos más visitados de Vietnam—, sólo accesible tras un trayecto de dos horas en barco desde el puerto de Hai Phong, se encuentra este nuevo hotel con capacidad para hospedar hasta 160 visitantes.

El conjunto se asienta sobre la arena de la playa y se compone de cinco cabañas, un restaurante y un pabellón. Con el objetivo de preservar las condiciones naturales del lugar, los siete volúmenes se construyen con cañas de una especie autóctona de bambú (tam vong), de apenas 50 milímetros de diámetro, ensambladas mediante clavos y cuerdas. A pesar de emplear el mismo material, las construcciones que conforman el complejo presentan geometrías distintas en función del programa que alojan. En primer lugar, el restaurante está formado por trece paraboloides hiperbólicos, compuestos por 80 elementos de bambú, dando como resultado una secuencia espacial rítmica y ondulante. Por su parte, las cabañas presentan un volumetría apuntada configurada por una serie de pórticos prefabricados in situ que permitieron acelerar el proceso constructivo. Por último, la pérgola del pabellón de recepción se apoya en unos paraguas nervados de bambú que parten desde los capiteles de las columnas para soportar las cargas de la cubierta.