Situado en el número 180 de la calle Pallars, en el barrio del Poblenou de Barcelona, este proyecto busca dar continuidad a la manzana y dialogar con las preexistencias. Obra del despacho catalán BAAS, liderado por Jordi Badia, el edificio de oficinas presenta una morfología de la arquitectura tradicional, combinando con un lenguaje contemporáneo materiales, colores y texturas que conectan con su contexto histórico industrial. Se mantiene la característica esquina en chaflán del Eixample, que en Poblenou está desapareciendo poco a poco. 

En la fachada de ladrillo las juntas de mortero de cal están enrasadas con la cerámica, aportando uniformidad. Completamente ventilado de forma natural, donde todos los huecos de fachada son practicables, el volumen principal dibuja una sección escalonada para reducir el impacto visual de los ocho niveles, los cuales dialogan con la chimenea de la antigua fábrica que permanece en el lugar, generando a su vez amplias terrazas.