E8 Building


Resultado de un concurso, este edificio debía actuar como representación de la ambiciosa expansión llevada a cabo por el Parque Tecnoló-gico de Álava, y del compromiso de las instituciones con la investigación y la innovación. Los propietarios alquilarían o venderían el edificio por plantas o por módulos, y por ello el diseño debía abrazar esta incertidumbre de usos. Este requisito que introducía ciertas restricciones en la concepción del proyecto se consideró positivo, pues la arquitectura que ante la modificación de los programas es capaz de adaptarse gana en estabilidad, en posibilidades, casi podría decirse que el edificio gana tiempo.

Con su aspecto singular de volumen quebrado y envuelto por vidrios astillados, el nuevo edificio debe convertirse en el símbolo de los objetivos de innovación que promueve el Parque Tecnológico de Álava.


La parcela constituye el fondo del eje urbano del bulevar, el espacio verde que ha aportado desde el inicio un carácter unitario al Parque Tecnológico, definiendo el límite occidental de la zona. Así, la superficie destinada al edificio se aproxima a los pastos y los robledales cercanos, y a pesar de las transformaciones que la construcción de nuevos edificios supone, en este caso se intentó que la historia del lugar se mantuviera, con sus diversas capas de tiempo. El volumen se alza con sus quiebros y se relaciona de un modo especial con el entorno natural. Su geometría ofrece vistas directas sobre la ladera próxima. Esta apertura se materializa también en un atrio abierto de acceso que atraviesa el edificio y que enmarca la presencia forestal de la colina.

La piel de vidrio se separa de la fachada interior para crear una cámara de aire que mejora el comportamiento climático del edificio reduciendo las pérdidas de calor en invierno y evacuando el exceso de calor en verano.

Las fachadas exteriores esculpen un volumen facetado que tiene reminiscencias minerales y vítreas al tiempo, y que refleja los colores del cielo, los árboles y los montes que rodean la zona de forma privilegiada. Mientras, el voladizo que emerge de la fachada principal resalta la ligereza visual del vidrio.

El edificio desarrolla una estrategia de con-trol climático que se basa en una concha interna impermeable y muy aislada y una envolvente exterior y ventilada de vidrio que funciona a modo de sombrilla protectora de la primera. En invierno, la cámara intermedia es un colchón tér-mico que permite aislar los espacios interiores del exterior, disminuyendo las pérdidas de calor. En los días cálidos del verano el sistema pro-duce un tiro natural por diferencias de presión que enfría la fachada interior, disminuyendo por tanto la necesidad del uso del aire acondiciona-do. Esto se traduce en ahorros significativos en el consumo energético y como consecuencia en una enorme reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.


Cliente Client

Parque Tecnológico

Arquitectos Architects

Juan Coll-Barreu, Daniel Gutiérrez Zarza

Colaboradores Collaborators

Juan Ángel Aketxe (aparejador quantity surveyor); Luis Montiel (maquetas models)

Consultores Consultants

Coll-Barreu (fachada facade); Minteguia y Bilbao (estructura structure); Indotec (instalaciones mechanical engineering)

Contratista Contractor

UTE Miñano (Jose Antonio Olabarri Construcciones, Construcciones Hierro López de Arbina, Gesaltza Construcciones)

Fotos Photos

Aleix Bagué