Conjunto parroquial, Marco de Canaveses
Álvaro Siza 

Conjunto parroquial, Marco de Canaveses

Álvaro Siza 


La arquitectura religiosa fue durante mucho tiempo un tema difícil para los planteamientos rigoristas del Movimiento Moderno. La gran carga simbólica que suele llevar aparejada este tipo de edificios no en­cajaba bien con un diseño basado en soluciones racionales a problemas estrictamente funcionales. Existía, además, la cuestión de su escala monumen­tal y su representatividad institucional, que exigían muchas veces formas algo más grandilocuentes que las de la arquitectura residencial, campo de actua­ción más frecuente de los maestros modernos en el periodo de entreguerras. Sólo algunas figuras de gran relieve llegaron a construir edificios religiosos de trascendencia histórica, casi siempre después de la II Guerra Mundial.

La tarea de Álvaro Siza en la población de Marco de Canaveses consistía en crear todo un centro parroquial que incluyera iglesia, capilla mortuoria, auditorio, catequesis y residencia. Como en muchos de los proyectos del maestro portugués, el plantea­miento urbano ha tenido una importancia funda­mental, lo que se ha traducido en la propuesta de crear un nuevo lugar con características propias: una plaza que pueda tener un papel relevante para los ciudadanos.

El conjunto proyectado se alza sobre una plata­forma ligeramente elevada con respecto al nivel de la calle. En ella se crea una plaza irregular delimi­tada por algunas construcciones existentes y los nuevos edificios incluidos en la propuesta. El pro­grama funcional se divide en tres partes, cada una configurada como un volumen independiente.

El primero es la iglesia y sus dependencias ane­xas. Tiene una planta rectangular con dos bloques macizos en la fachada delantera a modo de torres, y una cabecera formada por dos curvas convexas hacia en interior que configuran una especie de ábside. Su iluminación se resuelve con una ventana baja y continua en la fachada sureste y tres venta­nales a modo de clerestorio en la noroeste. Estas últimas están veladas por un doble muro inclinado y convexo que crea una cámara de luz en la parte superior.

Los otros dos bloques delimitan la plaza situada ante la fachada de la iglesia. Uno de ellos alberga la residencia y el otro la catequesis y el auditorio...[+]


Cliente
Comissao Fabriqueira de Fomos.

Colaboradores
Rolando Torgo (arquitecto asociado); Edite Rosa, Tiago Falcdo.

Fotos
Teresa Siza.