Sobre un antiguo centro termal, la propuesta respeta el valor tectónico y paisajístico del conjunto, contrastando el carácter sólido y pétreo de lo existente con la liviandad de lo nuevo; una pieza vítrea y ligera articula el espacio entre el hotel y las termas.

El proyecto reconfigura las cubiertas originales a través de unas plataformas flotantes que permiten la entrada de luz por los laterales; la utilización de un suelo técnico genera una mayor fluidez espacial, al estar nivelado con el pavimento exterior.