Centro de Educación Infantil
Taller Básico de Arquitectura 

Centro de Educación Infantil

Taller Básico de Arquitectura 


En el limite urbano del municipio riojano de Haro, el nuevo Centro de Educación Infantil ‘Las Luces’ se concibe como una formación geológica que emerge del terreno. La parcela, marcada por una fuerte pendiente, está rodeada en tres de sus frentes por la carretera que asciende hacia el cerro de Santa Lucía. El entorno, urbanizado pero sin edificar, está formado por un conjunto de vacíos recortados por el trazado impuesto del vial. La falta de referencias urbanas de este emplazamiento periférico hace que el proyecto se origine de forma ajena a la ciudad, siguiendo leyes topográficas que dan lugar a una geometría cristalina. Las superficies angulosas que conforman esta cáscara se doblan, avanzan o retroceden para enmarcar accesos y ventanas, utilizando el mismo lenguaje que los taludes tallados en la colina por el paso de la carretera.

Situado en un entorno  suburbano, el Centro de Educación Infantil de Haro se percibe desde el exterior como una gran roca habitada en la que se tallan seis cavidades abocinadas que albergan los distintos usos. 

Conceptualmente, la arquitectura se resuelve mediante cuatro planos plegados de hormigón. Sin embargo, la cubierta está compuesta en su interior por un entramado de perfiles de acero laminado. A pesar de su heterogeneidad, la envolvente parece continua gracias a que la cara inferior de la superficie facetada está revestida mediante una capa de diez centímetros de hormigón armado cuidadosamente encofrado. Y, en los extremos, las vigas disminuyen su espesor hasta terminar en un zuncho de hormigón que perfila las aristas.

La fuerte pendiente del solar, que salva un desnivel de doce metros, condiciona la división del espacio en dos alturas. La plataforma inferior se ancla al relieve original y alberga los espacios de servicio, reservando el nivel superior a los usos propios de la guardería que requieren mejor iluminación. La entrada principal se sitúa en la fachada este en el fondo de un pasillo que desemboca directamente en el vestíbulo central. Las diferentes aulas se agrupan en dos pastillas ortogonales distribuidas de forma modular, mientras que las salas de geometría irregular se destinan a usos colectivos. 

La oquedad con orientación sur alberga el comedor por ser la habitación más cálida al mediodía, mientras que el frente norte se cierra, limitando su apertura a una pequeña salida. En la fachada suroeste el plano del suelo continúa hacia el exterior dando lugar a un patio de juegos abalconado. Todos los espacios gozan de una abundante iluminación natural gracias a los grandes paneles de vidrio que van de suelo a techo, enmarcados por montantes de aluminio. Además de las vistas panorámicas hacia el exterior, una serie de ventanas comunican visualmente unas salas con otras, generando una mirada hacia el paisaje interior entre los alumnos de las distintas aulas.

Las superficies de hormigón visto han sido encofradas mediante tablillas longitudinales que siguen la inclinación de cada plano, intensificando así la sensación de que se trata de una única superficie continua que se pliega para generar espacios en sombra, pasillos, ventanales y accesos.


Cliente Client

Departamento de Educación, Cultura y Turismo del Gobierno de La Rioja

Arquitectos Architects

Javier Pérez-Herreras, Fco. Javier Quintana de Uña (taller básico de arquitectura)

Colaboradores Collaborators

Edurne Pérez Díaz de Arcaya, Manuel Antón Martínez, Xabier Ilundáin Madurga, Joseba Aramburu Barrenetxea, David Santamaria Ozcoidi and Laura Elvira Tejedor (arquitectos architects); Carlos Munilla Orera (arquitecto técnico quantity surveyor)

Consultores Consultants

GE& asociados, ingenieros consultores (instalaciones mechanical engineering); FS estructuras (cálculo de estructura structure)

Superficie construida Floor area

2.490 m²

Presupuesto Budget

2.339.350 euros

Fotos Photos

Pedro Pegenaute