El argumento de esta casa es la busca de las mejores vistas del paisaje bucólico que la rodea, de ahí que todas las habitaciones se abran a dos grandes huecos panorámicos situados en los dos lados más largos. La volumetría facetada se explica por dos razones que asimismo están relacionadas con el entorno: la pendiente del terreno y el clima local. La pendiente se resuelve con un faldón que prolonga por abajo los muros de hormigón hasta encontrarse con el suelo, mientras que el clima en extremo lluvioso se atiende con la marcada inclinación de la cubierta y con el hecho de que, por su parte inferior, la casa se levanta algunos centímetros del suelo para no interrumpir la escorrentía natural. La geometría facetada y expresiva de la casa no ha sido óbice para que el sistema constructivo resulte sencillo y barato: un muro de hormigón hecho por un obrero local funciona a la vez como estructura y acabado, y se completa con un aislamiento de foam colocado por el interior y con una barrera de vapor