Dos factores ajenos al proyecto, previos al mismo, marcaron profundamente el carácter de esta vivienda. Tanto es así que el proyecto, de alguna manera, se entiende como un complemento que se suma. Por un lado, la ubicación privilegiada en un promontorio con vistas al mar Cantábrico convierte a la casa en un punto de referencia desde cualquier lugar del pueblo. Por otro, su arquitectura de estilo neovasco de inicios de siglo XX, inspirada en la arquitectura tradicional local, la dota de una identidad muy concreta. Desde el interior la vista constante del horizonte azul se recorta a través de múltiples y variopintas ventanas, que forman parte de una envolvente que no se podía modificar por la normativa vigente. El programa se distribuye en tres niveles más una planta bajo cubierta adicional. Tras despojar al máximo los interiores de añadidos, hasta reducir la casa a pura estructura, se planteó un gran vacío que conecta todos los niveles. En este vacío se alojó la escalera, construida con gruesos peldaños de granito, material que forma un hilo conductor que se extiende por toda la casa, y que ya estaba presente en la preexistencia. Además, dos terrazas, una orientada a este, con acceso desde la cocina, y otra de mayor tamaño a poniente, accesible desde la planta inferior, contribuyen a conectar la casa con el paisaje...[+]
Cliente Client
Privado Private
Arquitectos Architects
Arquitectura-G / Jonathan Arnabat, Jordi Ayala-Bril, Aitor Fuentes, Igor Urdampilleta (socios partners); Albert Estruga, Elena Tarilonte, João Salsa (equipo team)
Colaboradores Collaborators
Ofici:Arquitectura (estructura structure)
Fotos Photos
Maxime Delvaux