Originalmente, este edificio —actualmente en proceso de rehabilitación— contenía la bodega y la residencia de trabajadores y sirvientes de la Quinta de Recreio. El volumen existente constaba de diferentes segmentos divididos conectados con diversas escaleras. A pesar del complejo y profundo proceso de transformación, el programa mixto de bodega y residencial se mantiene, convirtiéndose en este caso en una única vivienda. La normativa vigente no permitía la alteración del volumen ni tampoco de las fachadas, que se han conservado. Tras vaciar completamente la preexistencia, manteniéndose en pie tan sólo los muros exteriores, se insertó una estructura de hormigón pigmentado azul dentro del volumen original. Esta estructura parte desde el sótano, donde se ubica la bodega, y asciende en forma de escalera helicoidal, formando también los forjados, hasta llegar a la primera planta bajo un lucernario que baña el hueco de la escalera. Este gesto reconfigura el espacio interior y articula el funcionamiento del conjunto. La planta baja es un espacio abierto donde se ubican la cocina, comedor y estar principal, organizados alrededor de la escalera. La planta primera aloja dormitorios en ambos extremos, mientras que dispone de una zona de salón auxiliar en el ámbito de influencia del lucernario...[+]