La paja, material utilizado desde la antigüedad en la construcción, sobre todo en cubiertas y en muros —a partir del apilamiento de fardos—, ha encontrado una nueva forma de posicionarse en el exigente mercado inmobiliario del siglo XXI. La fabricación de paneles de paja compactada abre un nuevo camino que amplía la gama de recursos naturales renovables usados en la edificación. Se fabrican tres tipos de tableros que dependiendo del grado de compactación pueden usarse como aislantes o adquirir una gran rigidez y servir como elementos portantes. La unión de dos de estos paneles de alta densidad con un alma de paja de menor compacidad genera un nuevo tipo de tablero de dimensiones máximas 6 por 2,5 metros que funciona como tabique portante. Éstos, además, se preparan en fábrica para facilitar el ensamblaje en seco entre ellos y así minimizar los tiempos de montaje en obra.

En la población suiza de Eschenz se alza uno de los primeros edificios realizados con este material. La casa, diseñada para una familia de cuatro miembros, está construida enteramente —suelo, paredes y techo— con paneles de paja prensada que sirven como aislamiento térmico, acústico, como estructura e incluso como acabado interior. Sus excelentes cualidades aislantes cumplen la exigente normativa suiza, mientras que su capacidad portante permite que estos muros resuelvan la estructura del edificio sólo ayudándose por un núcleo de hormigón situado en el centro de la vivienda.

En el exterior, la casa se reviste con paneles de policarbonato que, además de evocar la superficie ondulante, verdosa y transparente del río Rin, ayuda a la generación de una fachada ventilada que prolonga la vida del cerramiento. La vivienda se asienta sobre unas antiguas ruinas romanas por lo que se eleva sobre unos pilotes metálicos que también protegen la vivienda de la humedad del terreno.

Dado el reducido presupuesto, en el interior se dejan vistos la mayoría de los elementos constructivos así como las instalaciones... [+]