Semienterrada en una de las dunas de arena de la península de Mornington, al sur de Melbourne, una sencilla caja de madera se abre paso entre la densa vegetación para alojar la residencia de verano de una pareja. Dentro del marco de una investigación sobre las similitudes entre la galería interior de la casa tradicional japonesa y la sun room o habitación al sol australiana, los diversos espacios se suceden a lo largo de la pendiente sobre la que reposa esta a priori elemental vivienda.
Una estructura de acero oxidado de 30 x 7.2 metros constituye el esqueleto exterior, encargado de sustentar una piel móvil de madera de jarrah, una cubierta de vidrio y las ligeras compartimentaciones interiores. Los finos listones envuelven la caja tanto a lo largo de las caras laterales, al este y al oeste, como de la cubierta. Conformando el esqueleto interior, las estancias del programa se distribuyen en dos niveles vinculados por un corredor longitudinal que asciende de norte a sur. En el nivel superior y separados de la zona principal por una fina grieta se sitúan el garaje y un almacén. A continuación, un pequeño patio de grava y roca actúa como extensión natural del baño, para lo que se ha cerrado éste con un paramento móvil de vidrio. El dormitorio ocupa la mayor extensión de la planta superior. Abierto a la luz del norte, que equivale en el hemisferio sur a nuestra luz del sur, se vincula con las estancias vivideras por medio de una escalera privada. En la planta inferior, el estar y la cocina ocupan la zona más expuesta, relegando al contacto con la pendiente, más escondido y silencioso, el espacio para los libros.
Las nociones de habitación interior (moya) y corredor cerrado (hisashi), ya contemplados en trabajos anteriores, alcanzan aquí mayor complejidad. Los tres espacios principales, con una secuencia de iluminación gradual—el estar es muy luminoso, el dormitorio no tanto y la biblioteca en comparación es oscura—, constituyen la habitación interior, mientras que una abstracción del concepto de galería ha dado lugar a la gruesa piel de protección exterior. La utilización que los propietarios hacen de estos dos elementos, así como los cambios que el abrir y cerrar la fachada ocasiona, proporcionan la forma del edificio y confieren al espacio una cualidad orgánica. A lo largo del día, la luz que se cuela entre los listones varía según la hora o la estación del año. Las esbeltas piezas de madera se combarán y erosionarán con el aire y el agua conforme pase el tiempo, con lo que una superficie cada vez más irregular tendrá la paradójica misión de dar forma a esta caja de líneas puras... [+]
Arquitecto Architect
Sean Godsell
Colaborador Collaborator
Hayley Franklin
Consultores Consultants
Felicetti (estructura structure); Sam Cox (paisaje landscape)
Contratista Contractor
Kane Constructions
Fotos Photos
Earl Carter