Diseñado para Dazhong Feng, un reconocido artista chino, el edificio funciona al mismo tiempo como residencia, estudio y galería. Por tanto, no sólo requería un espacio tranquilo para vivir, sino también un área dinámica de uso expositivo para los visitantes. El proyecto está inspirado en el carácter chino , que significa ‘cóncavo’, y su forma es la de un cubo de ladrillo con todas las aguas de la cubierta inclinadas hacia el centro; así, el interior queda protegido de la proximidad de las construcciones circundantes. El diseño es una reinterpretación actual de conceptos y elementos de la cultura y la construcción tradicional china. Tres patios interconectados —el patio del libro, el patio del bambú y el patio de la montaña— favorecen que todas las vistas se dirijan al interior del edificio y, como si fueran faroles chinos iluminando las habitaciones que los rodean, crean unos espacios interiores singulares que contrastan con el exterior sobrio y equilibrado de ladrillo. Dos muros gemelos establecen los límites del proyecto; el interior, paralelo al edificio, utiliza el mismo sistema de diseño que las pieles translúcidas. El exterior es sólido y dibuja el perímetro de la parcela. Ambos generan un escultural espacio: un jardín de agua triangular que señala la entrada al edificio.