Biblioteca María Lejárraga, Ogíjares
Rubens Cortés / M57 arquitectos  

Biblioteca María Lejárraga, Ogíjares

Rubens Cortés / M57 arquitectos  


A finales del siglo XIX, coincidiendo con el aumento de la demanda del producto, los cultivos tradicionales que hasta el momento se habían dado en la Vega de Granada fueron sustituidos por el tabaco, cuya explotación tuvo su auge en la década de 1940, cuando más de la mitad de los terrenos cultivables de la comarca se dedicaban a la producción tabacalera. Este cultivo ha sido abandonado, pero los secaderos de tabaco son aún una referencia en el paisaje, a pesar de que el crecimiento urbano los ha hecho desaparecer o permanacer, en el mejor de los casos, como una presencia anacrónica dentro de los nuevos tejidos de la ciudad.

Tal es el caso de la vivienda-secadero que Ogíjares, uno de los pueblos de la Vega granadina, declaró Bien de Interés Cultural, planteando posteriormente su rehabilitación y uso como biblioteca pública. Flanqueada, por un lado, por el parque de San Sebastián y, por el otro, por la trama urbana, la nueva dotación ha surgido del desarrollo de dos fases: la recuperación del edificio existente y una ampliación cuyo objetivo es alcanzar el área mínima exigida por la red de bibliotecas andaluzas.

La rehabilitación de la antigua pieza comenzó con la eliminación de los elementos constructivos no recuperables, así como de los añadidos recientes, las particiones interiores, el forjado de la crujía mayor y, finalmente, el muro norte de la nave-secadero, testero mediante el que la crujía se conecta a la nueva construcción. Ésta, cuya geometría viene determinada, en parte, por la edificabilidad limitada de la parcela, está formada por un volumen sencillo de madera, cimentado sobre una planta hipogea (que acoge una de las salas de lectura y el archivo), adhiriéndose al viejo secadero como una prótesis de carácter temporal.

Este volumen de madera —que se inspira en la sencilla geometría de los secaderos de palo— está formado por una serie de 162 pórticos de madera de elondo que se cierran formando anillos apoyados en el muro de hormigón de la planta sótano. La calidad interior de los espacios de lectura, conseguida por la materialidad de la madera y la luz filtrada a través de la celosía que reviste la nueva pieza, se acompaña por la presencia complementaria de los acabados exteriores: revoco blanco sobre el tapial del antiguo secadero y madera oscura en la piel de la pieza contemporánea.


Obra

Biblioteca pública María Lejárraga en Ogíjares, Granada.

Cliente

Ayuntamiento de Ogíjares.

Arquitecto

Rubens Cortés / M57 arquitectos.

Colaboradores

Raúl Melguizo (arquitecto), Álvaro Castellano, Marta Gamarro, David Garzón (equipo).

Consultores

Carlos Guerrero (arquitecto técnico); Juan Fernández (ingeniero industrial); José Valero / Jovagema (estructura de madera).

Contratista

Urbana+Bonifacio Solís.

Fotos

Javier Callejas, M57.