El estudio madrileño de Sergio Baragaño construye esta casa en la montaña para un paisajista inglés y su familia. Los clientes, enamorados de Asturias, se implican en el proyecto desde el primer momento y apuestan por una segunda vivienda industrializada y respetuosa con el entorno rural.
Con una superficie de100 metros cuadrados y un presupuesto de 120.000 euros, la casa se fabrica en cuatro meses en Madrid y se traslada en camión, atravesando la cordillera Cantábrica hasta su emplazamiento final, en el concejo asturiano de Valdés, donde se ensambla en 5 horas. Finalmente, un artesano local coloca la cubierta de pizarra, fusionando tecnología y tradición. La construcción se basa en un sistema modular de componentes tridimensionales fabricados en cadena de montaje, cuya estructura principal está formada por elementos de acero laminado galvanizado.
El programa se desarrolla en dos niveles de un modo muy sencillo agrupando las instalaciones en uno de los tres módulos de 2,15 x 5,30 metros que conforman el volumen final. La escalera metálica es el elemento central alrededor de la cual se disponen el resto de las estancias. Por último, la planta superior aloja las dos habitaciones, separadas por un ligero muro de policarbonato que tamiza la luz. Baragaño Mariela Apollonio Verónica Carreño