Auditorio y palacio de congresos, Bilbao
Soriano y Asociados Arquitectos 

Auditorio y palacio de congresos, Bilbao

Soriano y Asociados Arquitectos 


La construcción del Museo Guggenheim y del Palacio Euskalduna, destinado a congresos, conciertos y ópera, en los terrenos vacíos a orillas de la ría de Bilbao ha consolidado esta parte de la ciudad, donde también se encuentran el Museo de Bellas Artes y la Universidad de Deusto, como un nuevo parque cultural. Se refuerza así el proceso ya iniciado de migración del centro urbano desde el casco viejo hacia esta zona antes dominada por la presencia de las instalaciones de los astilleros y los depósitos ferroviarios. La idea generadora del proyecto es la imaginaria rehabilitación de un buque fantasma; un navío abandonado en los antiguos astilleros Euskalduna sobrevive encallado en el fondo fangoso de la ría; un barco desvencijado y oxidado, con las bodegas vacías. 

El Palacio Euskalduna, destinado a la celebración de congresos, conciertos y ópera, forma parte del conjunto de edificios singulares con los que Bilbao se ha propuesto rehabilitar la antigua zona industrial junto a la ría. 

Para poder iniciar los trabajos de reconstrucción del viejo barco, se procede a apoyarlo en un dique seco. Después se acomodan en sus bodegas tres salas—destinadas a congresos, conciertos o representaciones de ópera— y los grandes espacios que las sirven. La caja oxidada se transforma así en una caja de música, dotada de una doble piel interior que aísla y crea las formas más apropiadas a las necesidades sonoras de cada sala. En cada bodega se colocan plataformas que sirven de apoyo a las butacas, y se suspenden redes —telas metálicas o entramados de madera— que conforman los techos acústicos. El resto del enorme espacio alberga talleres, escenarios y almacenes. Unas torres, a modo de andamios, acogen los camerinos de los artistas. El buque es ahora nuevamente útil.

El programa establecía la necesidad de facilitar la celebración, en sucesión ininterrumpida, de distintas actividades en una misma sala. Se responde a esta exigencia mediante vestíbulos entrelazados que se convierten en uno en diversos puntos. Cada plataforma sirve solamente a un uso, de modo que una sala se podría vaciar de público por un vestíbulo mientras se llena por otro sin intercambio de circulaciones. Como los accesos al palacio tienen lugar desde varias calles, y por tanto desde distintos niveles, es posible que cada sala funcione como un edificio casi independiente. La multifuncionalidad del conjunto se manifiesta también al exterior. La fachada cercana a la plaza del Sagrado Corazón presenta volúmenes adosados, que domestican la escala general, adquiriendo el aspecto de un edifico de oficinas para albergar el palacio de congresos; el alzado opuesto, sin embargo, posee la dimensión colosal del casco del buque hundido que, una vez reconstruido en los astilleros de la ría, ha llegado a convertirse en gran teatro de ópera.

Los vestíbulos de las salas se entrelazan para poder celebrar distintos actos en sucesión ininterrumpida. Cada auditorio puede llenarse al tiempo que se vacía sin interferencias en las circulaciones. 

La sala para congresos, que cuenta con 2.200 butacas, se apoya sobre las dos salas de conciertos con 600 y 100 plazas respectivamente. Unas costillas de cobre forman el techo acústico de la sala intermedia. 

 


Cliente Client
Diputación Foral de Vizcaya

Arquitectos Architects
Federico Soriano, Dolores Palacios

Colaboradores Collaborators
Carlos Arroyo, Alberto Nicolau, Ángel Verdasco, José María Fanlo, Miguel Jareño, Alessandra Abbruzzese, Manuel Pérez; Sener Ingeniería (estructura structure); Goymar (instalaciones mechanical engineering); Higini Arau (acústica acoustics) 

Contratista Contractor
Chemtrol Española, Thyssen (escenario stage machinery); Jauregia UTE, Norton (cubiertas roofing), Scandinavian Design (paneles acústicos e ignífugos fireproof acoustic panels)

Fotos Photos
Aitor Ortiz, César San Millán