El Upper East Side es un barrio de Manhattan conocido desde principios del siglo XX como una zona residencial exclusiva con una estrecha relación con el mundo de la cultura. En uno de sus vecindarios, en la esquina de Lexington Avenue con el parque Gramercy, se rehabilitó una vivienda situada en la última planta de un edificio histórico construido en 1912. Como requisito fundamental, el proyecto debía hacer realidad el sueño largamente anhelado por el cliente, un galerista residente en Nueva York desde hace casi veinticinco años: una casa que pudiera funcionar al mismo tiempo como galería de arte. El último piso donde se desarrolla el programa doméstico propiamente —sala, comedor, cocina y dormitorios—, está conectado mediante una escalera de curva con la azotea. Allí se construyó un pequeño pabellón de cubierta plana y estructura metálica, convertido en el centro de la intervención y desde el cual disfrutar del paisaje urbano. La envoltura, compuesta por grandes paños de vidrio permite desdibujar el límite entre el interior y exterior. Esa continuidad se ve reforzada por la presencia de un jardín vertical, diseñado en colaboración con el artista francés Patrick Blanc, que se extiende por toda la medianera del edificio contiguo atravesando la galería...[+]