El encargo que recibió el estudio liderado por Lyndon Neri y Rossana Hu fue generar un nuevo icono arquitectónico en la entrada este del Museo. En respuesta, la propuesta de la firma de Shanghái está rematada por un volumen circular, un monumento urbano, atendiendo las nuevas funciones culturales y comerciales. El monolito contiene un anfiteatro al aire libre para acoger tanto actividades públicas como eventos privados. Esta masa circular está esculpida con unidades de mampostería de travertino rojo, dispuestas a intervalos para acentuar los juegos de luz.

Parcialmente hundida, la base del edificio de hormigón moldeado in situ contiene las antiguas instalaciones del museo y el restaurante, e incluye nuevos espacios comerciales. La nueva construcción consta de escaleras mecánicas ocultas dentro de una forma escultural.

La conexión con la calle de los niveles bajo rasante se ha hecho efectiva a través de un podio sobre el que descansa un cilindro de travertino rojo que contiene los nuevos programas, coronado por un anfiteatro al aire libre.