El estudio de Shanghái liderado por Lyndon Neri y Rossana Hu ha transformado un antiguo centro de investigación química en The Yard, un complejo cultural y comercial en la ciudad china de Dalian. El proyecto reutiliza seis edificios preexistentes, que antes funcionaban como oficinas, almacenes y residencia para trabajadores, para dar cabida a nuevos usos como galerías de arte, una biblioteca, un cine y locales comerciales.

Se mantiene la configuración original en forma de U de las construcciones, que enmarca un patio. Inspirándose en la secuencia espacial de los tradicionales jardines chinos, la intervención potencia el carácter introspectivo y reservado del lugar. Con el objetivo de generar un lenguaje arquitectónico que pudiera unificar el conjunto, la paleta de materiales, sobria y cuidadosamente seleccionada, complementa la historia industrial del sitio. El acero cortén, elegido por su pátina cambiante, es el material principal en las superficies exteriores. En el interior, la convivencia entre lo nuevo y lo antiguo se expresa a través de la yuxtaposición de superficies lisas de yeso, ladrillos vistos y elementos estructurales, estableciendo un diálogo entre el pasado y el presente.