La ciudad de Almere, perteneciente al área metropolitana de Amsterdam, está a punto de experimentar un fuerte desarrollo demográfico impulsado por estudios urbanos como el plan director para el área de Oosterwold o el proyecto Almere 2030, que prevé la construcción de 60.000 viviendas. En este contexto, la exposición internacional de horticultura Floriade 2022 se presenta como una oportunidad para crear un conjunto urbano pionero que sirva como ejemplo para futuros crecimientos.

Una alfombra de jardines se extiende sobre una península reticular de 45 hectáreas en la orilla sur del lago Weerwater. Cada bloque está dedicado a una especie vegetal ordenada alfabéticamente y a su vez se combina con un programa distinto en cada caso: desde pabellones a viviendas, oficinas o incluso una universidad, generando un ecosistema diverso que permite a los visitantes alojarse en un hotel de jazmín, nadar en un estanque de lirios o cenar en una rosaleda. Aunque la iniciativa surge en torno a la feria de horticultura, el proyecto no se entiende como una fase temporal sino como un barrio ecológico que cultiva alimentos, produce energía, recicla basura y depura agua de forma autosuficiente, estableciendo una relación simbiótica entre plantas, animales y personas.