Federico Correa (Barcelona, 1924), Antonio Lamela (Madrid, 1926) y Antonio Vázquez de Castro (Madrid, 1929) forman el nuevo trío de la colección de DVD arquia/maestros dedicada a personajes relevantes de la arquitectura española. En las dos series anteriores de las monografías audiovisuales, el director de las mismas, Luis Fernández-Galiano, entrevistó a Oriol Bohigas (Barcelona, 1925), Rafael Moneo (Tudela, 1937), Juan Navarro Baldeweg (Santander, 1939), Antonio Fernández Alba (Salamanca, 1927), Manuel Gallego (Carballino, Orense, 1936) y Ricardo Bofill (Barcelona, 1939).
Federico Correa
Gran dibujante, y dotado de un talante cosmopolita que tiene raíces en su infancia en Filipinas, la carrera profesional de Federico Correa se enreda inextricablemente con la de su amigo y socio Alfonso Milà y con la de su compañero de generación e interlocutor intelectual Oriol Bohigas. En la entrevista de Luis Fernández-Galiano, su biografía se recorre desde las primeras obras en Cadaqués, donde construye casas inspiradas por la arquitectura popular que había aprendido de José Antonio Coderch; el joven estudio de Correa y Milà se consolidaría después con fábricas como la Montesa en Cornellá y la Godó y Trías en Hospitalet, y con edificios residenciales en Barcelona tan visibles como el Atalaya, que muestra su familiaridad con la arquitectura milanesa contemporánea, y este vínculo italiano está también en el origen de sus trabajos de interiorismo, en las tiendas de Olivetti o en restaurantes como Flash Flash o Il Giardinetto. Con la democracia llegarían los encargos públicos, desde la ordenación de la Plaza Real hasta la del Anillo olímpico, cerrando su itinerario en la Cataluña profunda con el Museo Episcopal de Vic, donde la modernidad vernácula de sus casas primeras se reinterpreta en clave apropiadamente medieval.
Antonio Lamela
Arquitecto, constructor y promotor, Antonio Lamela hereda de su padre la inteligencia práctica y la exigente disciplina que explica el éxito continuado de su carrera, ya desde su primera obra, el racional y elegante edificio de viviendas en O’Donnell 33, que serviría de laboratorio para sus proyectos posteriores, entre los cuales los grandes hoteles y conjuntos residenciales turísticos que realiza en la Costa del Sol y en Mallorca. Sería sin embargo en Madrid donde llevaría a cabo sus obras más importantes, de tal escala y visibilidad que contribuyeron a conformar la imagen misma de la ciudad, del Hotel Meliá en la calle Princesa o el conjunto Galaxia hasta las innovadoras Torres de Colón, el icónico edificio Pirámide, la remodelación del estadio Bernabéu o la deslumbrante Terminal 4 del aeropuerto de Barajas, en este último caso asociado con el británico Richard Rogers. Esta dilatada trayectoria se describe en la entrevista de Luis Fernández-Galiano, que llega hasta hoy con el Estudio Lamela convertido en una empresa coral con significativa proyección exterior, mientras su fundador continúa persiguiendo sus inquietudes personales, como pionero visionario que ha sido de la ecología y la globalización.
Antonio Vázquez de Castro
Educado en el mítico Instituto Escuela, y alumno después del escultor Ángel Ferrant, el joven Vázquez de Castro se titularía como el Wunderkind de su generación, y a los 28 años recibe un encargo que habría de marcar su biografía, el Poblado Dirigido de Caño Roto, que realiza junto con su socio José Luis Íñiguez de Onzoño como un tapiz neorrealista de casas con patio, una ‘Alhambra de suburbio’ que se difundiría ampliamente fuera de España. En la entrevista de Luis Fernández-Galiano, que recorre su carrera desde este inicio feliz, muestra de qué forma el rigor constructivo y la austeridad cerámica aprendidos allí fertilizarían sus obras escolares o residenciales de los años posteriores, y colorearían también las responsabilidades académicas, profesionales y políticas que asumiría en la etapa de la Transición, como catedrático de la ETSAM, decano del COAM y director general de Arquitectura con el gobierno socialista de González. Su testadura dedicación a la vivienda se haría en la década de 1990 compatible con edificios singulares como el de la Expo sevillana o la conversación del hospital de Atocha en sede del Centro de Arte Reina Sofía, y su voluntad innovadora, manifiesta en el temprano proyecto para el Previ limeño, llegaría hasta hoy con la visionaria ciudad lineal que ha propuesto para la franja costera del sur del Mediterráneo. arquia/maestros