Para hacer prosperar las áreas con menos recursos de la Ciudad de México, el gobierno regional ha puesto en marcha una red de centros educativos para personas analfabetas o que han abandonado los estudios. En el de la colonia Presidentes, una de las más densas y conflictivas, Rozana Montiel propone un verdadero oasis urbano en el que aulas, talleres de artes aplicadas y espacios recreativos se acomodan en el estrecho solar entre patios, galerías y pasarelas al aire libre; contraponiendo la calidez táctil del revestimiento de bloques estriados a la desnudez de la estructura mixta de tonos malva.[+]