Treinta años después de su creación, el Parque Tecnológico de Andalucía —ahora Málaga TechPark para satisfacer las veleidades del marketing—, concentra medio millar de empresas, entre ellas muchas de las prometedoras startups con las que la Costa del Sol se está convirtiendo en un Silicon Valley. Primitivo González firma uno de los tres edificios que extienden el conjunto: un sencillo pero eficaz paralelepípedo que además cumple con los más elevados estándares de sostenibilidad.