El estudio belga dirigido por Paul Robbrecht y Hilde Daem ha resultado ganador en la primera edición del premio Klippan con su reconversión de una antigua lechería en residencia para músicos con sala de música en Gaasbeekha, cerca de Bruselas. La sensibilidad hacia el colectivo al que el edificio está destinado y la resolución de un proyecto complejo que aúna acústica y geometría, han sido decisivos para el jurado, presidido por José Ignacio Linazasoro. Patrocinado por Hispalyt, la Asociación Española de Fabricantes de Ladrillo y Tejas de Arcilla Cocida, el premio adopta su nombre inspirado en la iglesia sueca de San Pedro de Klippan (1962), de Sigurd Lewerentz. Como la obra del arquitecto sueco, la residencia para músicos está hecha de ladrillo. El galardón, de periocidad bienal, reconoce la voluntad expresiva y las cualidades matéricas de un proyecto. Muestra de su vocación internacional, entre los finalistas estaban la Embajada de Addis Abeba, Etiopía, de Architectengroep; la Plaza del Patriarca en São Paulo, Brasil, de Mendes da Rocha; la casa Walsh en Kangaroo Valley, Australia, de Murcutt; el conjunto de San Michele en Borgo, en Pisa, del estudio Carmassi; las piscinas das Salinas en Madeira, Portugal, de Paulo David; y el Museo de Escultura en Chengdu, China, de Liu Jiakun.
