El mercado residencial español ha cumplido el décimo aniversario de su crisis más profunda. Tras iniciar su caída libre en 2008 y tocar fondo en 2014, la recuperación ha ido cogiendo fuerza hasta la estabilización y aunque algunos indicadores muestran síntomas de gran fortaleza, especialmente los que hacen referencia a la evolución de los precios, lo cierto es que otros aún siguen en niveles históricamente bajos, como por ejemplo, la construcción de viviendas.
Los precios de la vivienda son los únicos que recuerdan a los excesos de la burbuja inmobiliaria. Estos han subido con fuerza en los dos últimos años, especialmente en Madrid y Barcelona; si bien, los avances tienden a moderarse...