Richard Rogers

Con algo más de una década de diferencia que sus antiguos socios Norman Foster y Renzo Piano —este último, miembro del jurado de este año— ,el británico Richard Rogers, poseedor del Praemium Imperiale y de la medalla de oro del RIBA, ha sido distinguido con uno de los escasos reconocimientos internacionales que aún no estaba en sus manos. Ligado a Norman Foster durante los años sesenta en el Team 4 y a Renzo Piano —junto con el que llevó a cabo el parisino Centro Pompidou— en los setenta, su carrera como arquitecto independiente está marcada por el emblemático edificio Lloyd’s de Londres, símbolo de una arquitectura británica en la que la utopía tecnológica y la preocupación por el medio ambiente se daban la mano. El urbanismo será, sin embargo, el campo de acción predilecto para dar forma a las inquietudes políticas y sociales del arquitecto. Su colaboración con Ken Livingstone, antiguo alcalde de Londres, es un ejemplo de este compromiso con la construcción de la ciudad contemporánea, una actividad que Rogers ha conciliado con la realización de obras como la Terminal 4 de Barajas —premio Stirling 2006—, en Madrid, o el Hotel Hesperia Tower en Barcelona.