No es raro que los alumnos aventajados acaben recibiendo los mismos premios que sus maestros: así ha ocurrido en algunos casos celebrados, como los pritzker Souto de Moura y Siza. Sí lo es que los maestros obtengan el premio después de sus discípulos, como acaba de suceder con el japonés Toyo Ito (nacido en Seúl en 1941), que ha recibido el Pritzker tres años después de Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa, engrosando así la nómina de japoneses merecedores del galardón, de la que también forman parte Kenzo Tange (1987), Fumihiko Maki (1993) y Tadao Ando (1995).

Presidido como en anteriores ocasiones por lord Palumbo, el jurado ha concedido el premio dotado con 100.000 dólares y el consabido medallón de bronce a Toyo Ito en reconocimiento a su actitud «pionera que anima a otros a beneficiarse de sus descubrimientos» y a una obra «que combina innovación conceptual con edificios soberbiamente ejecutados», entre los que destacan la Torre de los Vientos de Yokohama (1986), el pabellón para la Serpentine (2002) y, sobre todo, la Mediateca de Sendái (2000), además de otras intervenciones menos afortunadas, como la ruinosa ‘Caracola’ de Torrevieja o el proyectado Parque de la Gavia en Madrid. A la concesión del premio —que se entragará en mayo en Boston— tal vez ha contribuido también el compromiso solidario de Ito con la reconstrucción de su país tras el maremoto de 2011.