1928-2021

El que tal vez haya sido uno de los últimos grandes maestros de la segunda mitad del siglo XX, el brasileño Paulo Mendes da Rocha, falleció en São Paulo el 29 de mayo a los 92 años. Nacido en la ciudad de Vitória, al sudeste de Brasil, Mendes da Rocha se formó como arquitecto en unos años en que los principios del Movimiento Moderno comenzaban a ser revisados en una clave nacional o regional. De ella surgieron el lirismo sensual de Niemeyer pero también el brutalismo povera de Vilanova Artigas, padre de la llamada escuela ‘paulista’ que pronto lideró un Mendes da Rocha profundamente marcado por la realidad social del país. Mendes da Rocha supo conjugar su peculiar brutalismo escultórico, basado en el ingenio a la hora de aprovechar y expresar las posibilidades de las nuevas tecnologías del hormigón —sobre todo del postesado—, con una insobornable sensibilidad cívica que le llevó a rechazar muchos encargos privados. Desde el gimnasio del Club Atlético Paulistano —extraordinaria obra que le dio nombre internacional— hasta el Museo Brasileño de Escultura y la Capilla de San Pedro, su obra poderosa, exquisita y social fue reconocida con el Praemium Imperiale, la Medalla de Oro del Riba y el Premio Pritzker en 2006.