Paulo Mendes da Rocha

La Casa Imperial Japonesa y la Japan Art Association otorgan cada año, desde 1989, el Praemium Imperiale a cinco artistas en las categorías de Pintura, Escultura, Arquitectura, Música, y Cine o Teatro. En 2016 los galardones dotados con 15 millones de yenes (unos 111.000 euros) han sido para la pintora Cindy Sherman, la escultora Annette Mesager, el violinista Gidon Kremer, el cineasta Martin Scorsese y el arquitecto Paulo Mendes da Rocha, que en 2016 recibió también el León de Oro de la Bienal de Venecia. Nacido en 1928, padre de la llamada Escuela Paulista y Premio Pritzker en 2006, Mendes da Rocha es hoy el maestro indiscutible de la arquitectura brasileña. Ha sido autor de un conjunto de obras de estructura poderosa y vocación social, definidas por un enfoque multidisciplinar que conjuga la arquitectura, la política, la geografía, la historia y la técnica, y que le aseguran un lugar destacado en la nómina de los grandes arquitectos del siglo XX. Pero quizá más importante aún sea el papel ejemplar, casi de conciencia moral, que ha desempeñado Mendes da Rocha para varias generaciones de arquitectos latinoamericanos, un papel que acaso garantiza la continuidad de sus ideas.