Necrológicas 

Óscar Niemeyer, 1907-2012

Las paradojas del genio

Roberto Segre 
31/03/2013


En el umbral de los 105 años falleció el 7 de diciembre de 2012 el más longevo maestro del Movimiento Moderno. Su obra constituyó un símbolo de la pujanza creativa del Brasil, del ansia de modernidad, del fortalecimiento de la unidad nacional identificada con la creación de la nueva capital y del deseo de alcanzar una significativa presencia política y cultural en el contexto latinoamericano y mundial. Algunas de sus obras se convirtieron en iconos nacionales o regionales: el conjunto de Pampulha en Belo Horizonte; el parque de Ibirapuera en São Paulo; los edificios gubernamentales de Brasilia; los museos de Niterói y Curitiba. Otras lograron trascender a escala internacional: la sede del Partido Comunista Francés en París; el centro cultural de Le Havre; la Universidad de Constantine en Argel; las oficinas de la editora Mondadori en Milán. Estas obras le otorgaron prestigio y reconocimiento, no sólo profesional o limitado al universo cultural de la arquitectura, sino también a nivel popular. En Brasil, hasta los más humildes ciudadanos conocen la mítica figura de Niemeyer. De ahí las honras recibidas en su momento postrero, casi a nivel de jefe de Estado: fue velado en el Palacio del Planalto en Brasilia y luego en el Palacio de la Ciudad en Río de Janeiro. Reconocimiento político, cultural y social que no tuvieron en Suiza Le Corbusier; en Finlandia, Alvar Aalto; en EE UU, F.L. Wright...

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