El estudio pekinés Zhu-Pei ha construido un museo junto a los restos de la milenaria manufactura imperial de porcelana de Jingdezhen, ciudad considerada la Sevrès china. El edificio se compone de estructuras abovedadas de diferentes tamaños, curvaturas y longitudes, que se hacen eco de la forma de un horno tradicional e integran sensiblemente las ruinas existentes y otros restos encontrados durante la propia construcción. Además de material nuevo, en el revestimiento de las bóvedas de hormigón se emplean ladrillos reciclados procedentes de la necesaria demolición cada tres años de los hornos en activo para mantener su correcto rendimiento térmico.