Maxéville y después: madurez creativa
En 1947, los Ateliers Jean Prouvé abandonan definitivamente los locales de la Rue des Jardiniers en el centro de Nancy, que para entonces ya se habían quedado pequeños, para instalarse en un terreno industrial en Maxéville, en la periferia norte de la ciudad. La necesidad de expansión se corresponde con la voluntad de participar en el esfuerzo de reconstrucción nacional mediante la constitución de una empresa de prefabricación metálica.
La instalación de la fábrica en Maxéville no supone una ruptura con la producción anterior, sino que está en continuidad con una doble experiencia conjunta llevada a cabo, desde 1939, con Marcel Lods y Pierre Jeanneret. Así, la participación en el concurso de la OTUA (Office Technique pour l’Utilisation de l’Acier) de 1939 y 1944 junto a Lods aportará a Prouvé un marco de reflexión teórica y programática sobre la aplicación del metal en la construcción a partir de métodos industriales de producción. Siendo la vivienda un organismo infinitamente más complejo que un objeto industrial (un coche, un avión), es necesario orientarse, en un primer momento, a la fabricación de casas en serie antes de abordar el problema de la vivienda colectiva. La puesta a punto de un prototipo de casa industrializada exige estudios de diseño, fabricación y montaje ajenos a las reglas y convenciones de la edificación tradicional. El problema de la vivienda —necesidad universal— sólo puede resolverse mediante la fabricación industrializada. Por su parte, la colaboración con Pierre Jeanneret y el BCC (Bureau Central de Construction), que se inicia en 1939 con las realizaciones para la SCAL (Societé Centrale des Alliages Légers), va a desarrollarse durante todo el periodo de guerra en un contexto de escasez que, sin embargo, permite la experimentación abierta de diversas soluciones de adaptación tecnológica a partir de materiales poco habituales (madera, fibrocemento, piedra). Su disponibilidad condiciona las soluciones adoptadas.
Paralelamente a los problemas técnicos a resolver, la investigación paciente y minuciosa de Prouvé para alcanzar una vivienda individual óptima le conduce a una reflexión de naturaleza arquitectónica y a la creación de un tipo de plantas y sistemas estructurales que serán plasmadas en parte en las casas del tipo Métropole (1949).
