(1897-2000)

Una gripe ha vencido finalmente la rebeldía que durante 103 años ha mantenido a Margaret Schütte-Lihotzkky aferrada a la vida. Nacida en Viena, estudia arquitectura, superando la oposición familiar, bajo la tutela de Josef Hoffman. Su participación en el Siedlungsbewegung despierta su interés por el alcance social de la profesión, el mismo que le llevará en 1926 hasta Frankfurt para colaborar en el programa residencial dirigido por Ernst May.A esa ciudad estará asociado para siempre su nombre, pues la cocina que proyecta para las viviendas del arquitecto alemán cambiará definitivamente esta instalación doméstica. Su compromiso político le llevará primero a trasladarse con May a Moscú para construir las nuevas ciudades de los sóviets, y a apoyar la resistencia contra Hitler, al tiempo que construye hospitales y escuelas en Francia y Turquía. Vital y consecuente con sus ideales, en 1988 se negó a recibir la medalla de honor de las Ciencias y las Artes de Viena de manos del presidente Kurt Waldheim, ex oficial de las SS, pero no dudó en celebrar su centenario bailando un vals en el Museo de Artes Aplicadas de la ciudad, donde cuatro años antes se había expuesto una retrospectiva de su obra.