Después del éxito de Sudáfrica 2010 —donde la selección española se alzó con la Copa Mundial de Fútbol— y a la espera de que Brasil cumpla con las expectativas puestas para 2014, el Comité Ejecutivo de la FIFA ha elegido ya dónde tendrán lugar los campeonatos de 2018 y 2022: en el país más grande del mundo y en uno de los más pequeños, Rusia y Qatar, respectivamente. De los 16 estadios ofrecidos por la candidatura rusa, diez están aún por construirse, y cinco requieren ampliación —entre ellos el VTB Arena, sede del Dinamo de Moscú, con proyecto de Erick van Egeraat—. Qatar, por su parte, concentrará diez estadios en un radio de 30 km alrededor de Doha, entre ellos, el Lusail Iconic Stadium, de Foster Partners.