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Brasil 2014 en 12 iconos

Los estadios del Mundial

30/06/2014


Con las butacas colocadas a última hora, los albañiles recogiendo sus útiles, y resonando aún los ecos de las manifestaciones que a lo largo del último año se han opuesto a la inversión de 15.000 millones de dólares en un evento que los brasileños juzgan en buena parte prescindible, el día 12 de junio se inauguró en São Paulo la Copa del Mundo de Fútbol en una ceremonia un tanto deslucida a la que ni siquiera acudió Dilma Rousseff.

Buena parte de las críticas se han dirigido a los estadios, doce en total —el mayor número en la historia de un Mundial—, cuyo presupuesto supera los 3.000 millones de dólares, un monto incrementado por la endémica corrupción y por una mala planificación que ha costado la vida a ocho obreros. Por mucho que la inversión no sea especialmente elevada —si se compara con la de otras infraestructuras—, la población brasileña juzga que hubiese sido mucho más fructífera en ámbitos como la sanidad, la educación o el transporte, y considera que la atención global y la imagen de desarrollismo que este tipo de eventos proporciona a los países que los convocan no se compadece, en este caso, con la realidad de un país aquejado de graves problemas socioeconómicos.

Con todo, la celebración del Mundial deja un buen puñado de obras emblemáticas. De ellas, seis son de nueva planta, desde la Arena Pantanal de Cuiabá —un proyecto del equipo local GCP construido con madera certificada— hasta la Arena de Pernambuco en Recife —proyectada por Fernandes Arquitetos—, pasando por el Estadio das Dunas de Populous en Natal, la Arena de São Paulo, de Aníbal Coutinho, la Arena Amazônia —rodeado de la selva lujuriante de Manaos— y el Estadio Nacional de Brasilia, estos dos últimos proyectados por Gmp en colaboración con la consultora de ingeniería Schleich Bergermann und Partner.

A este consorcio alemán se debe también la rehabilitación del estadio más emblemático de Brasil, Maracaná en Río de Janeiro —cuya cubierta han sustituido por una ligera membrana de fibra de vidrio y teflón sostenida por varios anillo de tensión—, así como el diseño original del Estadio Mineirão en Belo Horizonte, terminado según proyecto de BCMF Architects. La nómina se completa con obras de estudios locales, como la Arena de Baixada en Curitiba, la Arena Fonte Nova de Salvador de Bahía —escenario de la debacle de la selección española—, el Estadio Beira-Rio en Porto Alegre y, finalmente, el Estadio Castelão, el primero de este Mundial en obtener la certificación medioambiental LEED.


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