La conciencia social es el imprescindible primer paso que inicia el mecanismo de la acción política, y precisamente por ello, en un conflicto tan acuciante como el saharaui, cualquier medio que permita acceder a una información clara, veraz y actualizada ha de ser considerada como la más poderosa de las armas. En este sentido, la aparición del libro From Camp to City: Refugee Camps of the Western Sahara, recientemente sacado a la luz por Lars Müller Publishers, es un acontecimiento tan político como la más masiva de las manifestaciones.

Además de contener una completa y rigurosa reseña histórica de la evolución del conflicto saharaui, la obra deja entrever, a través de sus numerosos mapas, expresivas fotografías y cuidados textos, la forma de vida que caracteriza los campos de refugiados del pueblo saharaui desde hace casi cuarenta años. A partir de un sugerente lema que podría ser considerado el verdadero eje central del libro, A Camp is not a City, se nos presenta un extenso recorrido por las formas de organización de los campos, tanto a nivel espacial como económico y social.

Probablemente lo más interesante que esta obra es capaz de aportar a la amplia base de datos existente alrededor de la lucha del pueblo saharaui es la documentación del carácter provisional que rodea de manera evidente toda su existencia. A través del registro de sus costumbres, sus modos de vida y muy en concreto de su arquitectura y de sus formas de organización urbana, el libro nos permite percibir que, a pesar de ser una comunidad asentada geográficamente en el mismo lugar desde hace varias generaciones, los saharauis se han percatado de que la provisionalidad arquitectónica es una de las mayores armas políticas de las que disponen, y de que el carácter efímero de su asentamiento tiene el poder de recordarles cada día que la tranquilidad y la estabilidad para todo su pueblo sólo podrán llegar de la mano de la libertad.