Juan Muñoz, retrospectiva en la Tate Modern
Sombras y silencio
Nadie puede oír lo que la figura está murmurando al muro. Si te acercas se pueden ver los labios en movimiento, pero no dice nada. Esta proximidad es intimidatoria, quizás más para nosotros que para ella. Se tiene la sensación de haber invadido el espacio de la escultura. Iluminada por un foco potente, la figura proyecta una sombra larga y deformada en la pared. Un poco más allá, otro hombre, sentado en una mesa, se gira para escucharle. Mira como si estuviera a punto de pedir al otro que hablase más alto. Él también proyecta una sombra, como nosotros proyectamos la nuestra entre las suyas. En otra sala, otra figura levanta los brazos y se deleita en su propia sombra monstruosa. Todos nosotros, me parece ahora, somos títeres, actores y de ficción... [+]