Verdaderos clásicos de la arquitectura contemporánea, Jacques Herzog y Pierre de Meuron han sabido conjugar de un lado su idea irrenunciablemente artística de la arquitectura con la respuesta eficaz a los escenarios mudables de la globalización, y del otro su tozuda militancia en la disciplina ‘de autor’ con la exigente comprensión de las demandas económicas y logísticas que exige una oficina que es a la vez ‘marca’ y ‘empresa’. El resultado es una obra simpar, que si al comienzo transitó por la disciplina tipológica de su maestro Rossi y la sensibilidad por la naturaleza de raíz romántica, se ha ido enriqueciendo por medio de una desprejuiciada exploración formal que hace eco de un interés constante por el arte contemporáneo. Arquitectura Viva quiere dar cuenta de esta singular singladura a través de tres museos que ha terminado recientemente el estudio de Basilea: el Museo M+ en Hong Kong, la ampliación del Museo Küppersmühle en Duisburgo y el Espacio de arte SONGEUN en Seúl.