Más allá de la documentación arquitectónica, la obra de Hélène Binet reinterpreta los edificios que fotografía transcendiendo la representación de la realidad para exhibirse como una obra de arte en sí misma. Nacida en Suiza y actualmente residente en Londres, fue durante su etapa de estudio en Roma cuando Daniel Libeskind la animó a introducir la arquitectura en su arte. Desde entonces la fotógrafa ha trabajado con los arquitectos más importantes del momento, despojando sus obras de su contenido funcional para retratar su dimensión puramente artística. Al ver las imágenes que recogemos a continuación nadie pensará en los turistas que recorren el camino de Pikionis a la Acrópolis, en los letreros que nos guían a través del Museo Kolumba de Zumthor o en las autopistas que rodean la estación de Estrasburgo de Hadid, porque la fotografía de Binet tiene la capacidad de aislar los volúmenes y las formas materializando sus texturas y convirtiendo la percepción del espacio en un juego de luces y sombras…[+]