Giuseppe Terragni

Meda, 1904-Como, 1941

29/02/2000


Delante de la Casa del Fascio de Como se organiza una parada para el Duce. Y allí va a aterrizar el bólido espacial de Buck Rogers. Y como en un sueño de Fellini, el Duce se congratula de la aparición del aventurero sideral. Se cree que Giuseppe Terragni le ha preparado un happening para la ocasión, como los de La Fura dels Baus. Desde que Fellini lo introdujo en uno de sus filmes, como uno de susrecuerdos agridulces, el desfile de los camisas negras ha sido reutilizado para fijarse en la cara cómica del fascismo italiano, en su parte sonriente de escenografía de opereta nacionalista. Buck Rogers, el piloto del espacio que iba vestido como un boy scout rarito también pertenece a la opereta espacial, como Flash Gordon. También pertenece al futurismo del año treinta.

La escenografía futurista era una parte esencial del movimiento de Mussolini. De hecho, lo que los italianos, de Marinetti a Boccioni, llamaban futurismo era una búsqueda estética para un porvenir fascista. Credere, obbedire, combattere. Mussolini a sempre raggione. Por eso se desacreditó el término en la posguerra europea. Futurismo y constructivismo murieron de pura ideología y por distintas e inversas causas. El futurismo de Marinetti, la estética de Balla y de Boccioni pasaron; también pasó el sueño del fascismo, otro futurismo romántico y violento, y también el de Buck Rogers, el futurismo ñoño de la opereta espacial. Pero sin embargo, el futuro que se anuncia en la Casa ya ha llegado para quedarse mucho tiempo: el Movimiento Moderno llega con ella a su definición y se desarrollará durante dos generaciones. La Casa del Fascio es también una escenografía, un edifico anuncio antes de que Venturi los explicara en Aprendiendo de todas las cosas, pero es al tiempo un manifiesto espléndido de la nueva arquitectura. Su autor consiguió una síntesis extraordinaria; probablemente era el más dotado de sus coetáneos italianos. La incómoda paradoja de la modernidad genial pero fascista de Terragni se quedó sin resolver porque la guerra se llevó al autor, deshecho por el frente ruso. Nos preguntamos cómo hubiera sido un Terragni de posguerra, y tenemos que pensar en sus colegas para imaginar su deriva. ¿Habría hecho una Torre Velasca o una Tourette?.


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