Acaba de darse a conocer la propuesta de David Chipperfield —gran especialista en museos y edificios históricos emblemáticos— para la renovación de la sede social del Banco Santander, situada en un pesado y ostentoso edificio ecléctico junto al paseo de Pereda de la capital cántabra, no lejos de la Fundación Botín. La intervención respetará la fachada histórica, pero modificará sustancialmente la distribución interior: se reorganizará el programa para hacer compatibles los usos culturales y administrativos; se insertará un espectacular vestíbulo-puente bajo el gran arco que dota de carácter al edificio original; y, finalmente, se creará una no menos espectacular cubierta transitable, que servirá de mirador sobre la bahía. Todo ello para propiciar la celebración de actos culturales y exponer una extraordinaria colección de pintura, con obras de Rubens, Picasso, Miró o Chillida.