Jean Nouvel ha presentado en el MoMA de Nueva York su proyecto para el Museo Nacional de Qatar, un edificio que pretende convertirse en un nuevo hito cultural dentro de la región del Golfo Pérsico. El museo toma como referencia formal la geometría de una rosa del desierto, por lo que su envolvente está constituida por una serie de discos que varían en su curvatura y diámetro, y que se maclan entre sí de manera aparentemente aleatoria. Estas piezas se construirán con cerchas de acero, y se revestirán con paneles de hormigón rosáceo reforzado con fibra de vidrio. El espacio interior resultante consiste en una cadena de pabellones enlazados con terrazas exteriores alrededor de un gran patio, evocando la forma de un caravansary —refugio que se utilizaba en las antiguas rutas comerciales beduinas—. El museo contará con una superficie de unos 8.000 metros cuadrados de exposición permanente, otros 2.000 para exposiciones temporales, un auditorio con capacidad para 220 espectadores, dos cafeterías, un restaurante y una tienda.