Entre las nuevas canteras donde los arquitectos españoles buscan filones de encargos, África es todavía uno de las menos explotadas. De ahí que el éxito de algunos estudios pioneros resulte en sí mismo una noticia. Es el caso de Equipo 01, el colectivo liderado por Jesús San Vicente que inició su desembarco en Angola con el mercado de Quibala, un edificio completamente industrializado compuesto por cerchas que se enviaron empacadas en contenedores desde España (véase Arquitectura Viva 171). Ahora, el estudio madrileño está desarrollando un nuevo proyecto, la ampliación del Estadio Mario Santiago en Luanda, que debe entenderse en el contexto de las políticas de los Gobiernos locales para combatir la escasez de dotaciones endémica en África. Concebida como el desencandenate de la renovación de uno de los barrios más deprimidos de la capital angoleña, la ampliación del estadio permitirá duplicar su capacidad desde los 8.000 asientos iniciales y dotarlo de una cubierta que hará posible que el edificio cumpla con los estándares de la normativa FIFA. Elemento fundamental de la propuesta, la cubierta proporcionará al estadio una imagen reconocible, sin dejar de hacer frente a las restricciones de un presupuesto limitado y una tecnología precaria. La respuesta, como en el mercado de Quibala, ha sido en este caso la lógica de la seriación: formada por módulos estructurales dispuestos según una serie desigual, la cubierta acaba adoptando una atractiva geometría facetada que evoca la lógica de la papiroflexia.
