Un grupo de intelectuales firma un manifiesto pidiendo al Ministerio de Cultura que no se haga «cómplice» de la «rehabilitación» de su figura a través de la creación de un museo. Le Corbusier (1887-1965), uno de los grandes patriarcas de la arquitectura contemporánea, vuelve a estar en el corazón de muy agria y clásica polémica, envenenada, en torno al vidrioso tema del «fascismo arquitectónico».
Lanzaron la batalla el escritora Michelle Perrot y el cineasta Jean-Louis Comolli, al frente de un grupo de escritores, artistas e intelectuales, pidiendo al ministerio de Cultura que no se hiciese «cómplice» de la«rehabilitación» de Le Corbusier, quién, según ellos, se habría «comprometido» con el fascismo, el nazismo y el régimen francés, colaborador con el régimen de Hitler, en Vichy, durante la Ocupación alemana, entre 1940 y 1945...