Doce pabellones
Una muestra de circularidad

Aislado del mundo durante tres siglos, el Japón del período Edo tuvo que suplir la prohibición del comercio exterior con ingenio, y la escasez de madera o algodón dio lugar a una sólida cultura del reciclaje en la que no se concebía residuo alguno. La llamada ‘Edonomy’ es un modelo histórico de circularidad del que se puede seguir aprendiendo, y en su estela el país ha decidido que la segunda feria mundial de Osaka sea completamente reutilizable y no deje más legado que las noticias en los medios y el recuerdo de los asistentes. Si en 1970 el futuro que dibujaba era de acero y hormigón, la ciudad ahora acoge una muestra de construcción sostenible en la que la madera sugi local facilitará el desmontaje posterior, para que la isla donde se celebra pueda recuperar su función portuaria. Por ello, además de persuasivos escaparates, los pabellones nacionales —entre los que se presenta aquí una docena— son interesantes ejercicios de innovación con vistas a una segunda vida o la reincorporación de sus materiales a la cadena de producción.