Estos exponentes de la ‘nueva simplicidad germana’ hablan alemán, pero son suizos (de Basilea) y tienen una forma de hacer consolidada a través de dos generaciones: la del padre, Markus, que fundó su estudio en 1942, y la del hijo, Roger, que se incorporó a la firma en 1976. En este catálogo de una exposición celebrada en la ETH de Zúrich, hay sólo tres tipos de imágenes: planos de situación; vistas frontales de fachadas; y vistas desde el interior enmarcadas por huecos de esas mismas fachadas. Esta arquitectura siempre igual a sí misma, gobernada por la geometría, la repetición y la precisión constructiva, es genuinamente urbana. La serenidad seca y anónima de Diener y Diener no resulta banal; es casi metafísica.